El cuidado de la piel es un tema presente en la cotidianidad de todos aquellos que quieren lucir saludables. Al ser un tema tan popular siempre se encuentra rodeado de mitos y creencias que pueden llegar a ser erróneas. Por esta razón, a continuación, te aclararemos alguno de los mitos más comunes al momento de cuidar la piel.
1. El chocolate causa acné
El mito de que el chocolate causa acné ha persistido durante décadas. Sin embargo, no hay evidencia sólida que respalde esta afirmación. Los estudios científicos no han encontrado una relación directa entre el consumo de chocolate y la aparición de acné. El acné está influenciado principalmente por factores hormonales y genéticos, no por lo que comes. Si tienes tendencia al acné, enfócate en una buena rutina de limpieza y utiliza productos específicos para tratarlo.
2. No necesitas protector solar en días nublados
Este es uno de los mitos más peligrosos. Aunque los días nublados pueden parecer menos intensos en cuanto a luz solar, los rayos UV aún penetran las nubes y afectan nuestra piel. La exposición crónica a los rayos UV sin protección puede provocar envejecimiento prematuro de la piel y aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Es recomendable siempre usar protector solar, incluso en días nublados. Busca uno con un SPF adecuado para tu tipo de piel y aplícalo generosamente. Proteger tu piel es esencial para mantenerla saludable.
3. Para cuidar la piel grasa no hace falta hidratación
Este mito puede llevar a consecuencias negativas. La piel grasa también necesita hidratación. De hecho, la falta de hidratación puede provocar un aumento en la producción de sebo y empeorar el acné. Opta por una crema hidratante libre de aceite y no comedogénica. Para pieles grasas se recomienda encontrar un punto de equilibrio. Hidratar la piel incluso si es grasa es de suma importancia en tu rutina. Busca productos específicos para pieles grasas que controlen el brillo sin resecarla.
4. El agua caliente abre los poros
Este mito es común, pero incorrecto. El agua caliente no abre ni cierra los poros de manera significativa. Los poros no tienen músculos para abrirse o cerrarse. Sin embargo, el agua caliente puede irritar la piel y provocar enrojecimiento. Lo más aconsejable es lavar tu rostro con agua tibia y utiliza productos suaves y de calidad para limpiar tus poros. No te preocupes por abrir o cerrarlos.
Para el correcto cuidado de la piel lo mejor es siempre contar con la asesoría y consejo con personal especializado, que pueda hacer un análisis integral y recomendarte los mejores productos y tratamientos adecuados para tu caso en específico. Haz clic aquí para agendar una cita con nosotros y recibir más información sobre todo lo que podemos hacer por tu piel.
